martes, 7 de agosto de 2007

La última moda llegará a la Luna y a Marte

Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts desarrollaron un nuevo traje espacial mucho más cómodo y flexible. Ahora los astronautas pueden saltar y correr.
El modelo pesa siete veces menos que el traje actual. Será usado en la misión a la Luna proyectada para 2018.

ABUL TAHER

Será un paso gigante para la moda del espacio. Científicos, financiados por la NASA, diseñaron un traje espacial ultradelgado que reemplazará al incómodo modelo tipo "el hombrecito de Michelin" que por 40 años ha sido el look obligado de todos los astronautas.

En vez del aparatoso traje, que imposibilita grandes movimientos, los astronautas serán capaces de moverse ágilmente durante las caminatas espaciales, durante un relajado paseo en la Luna o en Marte. ¡Incluso el nuevo modelito les permitirá correr o saltar!

El nuevo traje Biosuit fue diseñado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y estará listo en tres años. Pesará menos de 19 kilos, comparado con los 140 del actual, permitiendo que los astronautas hagan experimentos o reparaciones de satélites de manera más fácil y rápida.

Los científicos a cargo del proyecto ya han testeado los prototipos en el laboratorio en condiciones de cero gravedad. El objetivo es tener el traje listo antes que Estados Unidos vuelva a la Luna, misión agendada para el año 2018, como preámbulo del viaje a Marte.

La profesora Dava Newman, científica del espacio y líder del proyecto en el MIT, explicó que "el actual traje de la NASA tiene 14 capas de materiales, por lo que es como usar una caparazón presurizada... como un globo con múltiples capas. Es muy difícil trabajar llevándolo puesto".

Las primeras versiones de trajes espaciales fueron desarrolladas en la década de 1960 por estadounidenses y soviéticos. La inspiración vino de los overoles inflados que usaban los pilotos de aviones bombarderos de gran altitud: ¡el modelo actual se asemeja mucho a esos primeros intentos!

Los trajes deben ser fabricados para proteger el cuerpo de temperaturas extremas. Al hacer un "pololito espacial", los astronautas tienen que soportar hasta 135° C cuando están expuestos al Sol, y a -82° C cuando trabajan a la sombra.

No es el único peligro. En el espacio abierto, cualquier pedazo de roca, por más pequeño que sea, se puede convertir en un arma letal al golpear el traje.

El nuevo traje está armado con una red, como un esqueleto, para resistir la presión y reforzado con un apretado trazado de fibras de nylon, spandex y de un tejido de polímero con memoria. La cabeza del astronauta seguirá encapsulada en un casco, separado del traje, y lleno de oxígeno.

Kevin Fong, especialista en medicina espacial del Johnson Space Center en Houston, dijo que "será como tener un traje de buceo en el espacio".

Los siete astronautas que mañana despegarán en el transbordador Endeavour aún tendrán que vestir pasados de moda.

Investigación en el MIT

http://mvl.mit.edu/EVA/biosuit

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