martes, 19 de febrero de 2008

Casciani

http://orsai.es/2007/04/canelones.php

Mentiras, grandes mentiras y las estadisticas

Estadísticas tramposas

EstadísticasEn la Ciudad del Vaticano hay dos Papas por kilómetro cuadrado. ¿Pero acaso el Papa no es uno solo? Sí, pero la superficie del Vaticano es de medio kilómetro cuadrado; por lo tanto el promedio de Papas por kilómetro cuadrado es de dos. Con promedios y estadísticas pueden plantearse situaciones muy paradójicas y divertidas; a veces por un abuso de exactitud, como en el caso anterior, o como en este otro, algo teñido de humor negro: la inmensa mayoría de las personas tiene una cantidad de piernas superior al promedio. A veces la rareza surge por una interpretación maliciosa y errónea de los datos. Por ejemplo:

El 30% de los accidentes de tránsito ocurre cuando el conductor está ebrio. Por lo tanto, el 70% de los accidentes de tránsito ocurre cuando el conductor está sobrio. Como consecuencia, es más seguro manejar ebrio que manejar sobrio.

Todos sabemos bien que conducir bajo los efectos del alcohol es extremadamente peligroso; pero no es sencillo desmontar el razonamiento y señalar cuál es su error. También relativo a la seguridad vial tenemos este otro argumento extravagante:

La probabilidad de tener un accidente de tránsito aumenta con el tiempo que dura el viaje en auto. Por tanto, cuanto más rápido manejes para llegar a tu destino, menor es la probabilidad de que tengas un accidente.

Algunos razonamientos estadísticos extraños no son más que falacias que se sostienen en una variable cuidadosamente oculta. Veamos esta historia. Un científico va a una escuela para examinar a todos los alumnos. Primero mide la altura de cada uno y luego les toma una prueba de lectura. Al analizar los datos descubre que los que mejor leen son los que miden más. ¿Esto significa que los altos son más inteligentes que los petisos? Por supuesto que no. Los altos son los que tienen más edad y naturalmente saben leer mejor; los que miden menos son más pequeños y recién están aprendiendo.

Pero la estadística a veces también nos da buenas noticias.

La tasa de natalidad es el doble que la tasa de mortalidad; por lo tanto, una de cada dos personas es inmortal.

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